No hagas planes

Cada vez más escucho eso de “no hagas planes”. “Puede que mañana todo estalle”, rezaba Quique Gonzalez. Y a la vista está, que si teníamos algún plan para 2020 o incluso para 2021 no será más que un sucedáneo de lo que teníamos pensado, la panga de los pescados en el congelador del super, un plan Hacendado.

Si planeabas un viaje, ahora puedes hacerlo por Google maps. Si por casualidad, tenías preparado un libro para publicar como mucho harás la presentación por Instagram, entrando a formar parte de todo el elenco.

Pero estoy dividido. No hacer planes significa quedarte mirando el desfile de los días, observar cómo va cambiando día a día la trayectoria del sol sobre las estanterías llenas de libros. La alternativa a “hacer planes” es abandonar todo proyecto que se salga de brindar y celebrar que estamos vivos. 

Y a la vez también es cierto, puede que mañana todo estalle. Puede que tengamos que abandonarlo como una moto encendida en mitad de la autovía.

Yo me quedo por esto último. Cualquier cosa con tal de escuchar girar los motores.

Compártelo